“¿Asesinas gente?, ¿formas parte de una mafia?”
“Algo así, cuando llegué aquí, sin saber quien era, los camellos del lugar me dieron cobijo, hasta que más o menos me recuperé. Entonces me dijeron de que si me aliaba"-entrecomilla la palabra con los dedos- “con ellos, me darían cobijo y seguridad”
“¿Pero son de fiar, osea, cómo sabes que no te harán nada?”
“Llevo ya vario tiempo con ellos, no es cuestión de si son de fiar o no, es de que no me maten por la noche mientras duermo”
Duras palabras. Trece pasaba por muchas cosas.
“Y, entonces, ¿qué tienes que ver tú con lo del asesino?”pregunto confundida, hoy estoy un poco ida.
“¿Ves esto?”-me ensaña una lista con nombres, su letra parecen garabatos, pero la entiendo. Asiento.-”Pues es, digamos, mi lista negra. Aquí es donde pongo a los que tengo que matar.”
“Y...¿en qué te podría ayudar yo?”
“Ya matemos al gordo, podrás con otro...”
“¿El gordo estaba en tu lista?”
“No”-ríe-“ Ese cabrón solo me llevaba molestando varios días, se lo merecía... Entonces, ¿vas a venir? Se hace tarde.”
“¿Después podremos buscar a Ian?”
“Claro, tengo contactos.”
Sonrío.
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