Salíamos del instituto para dirigirnos
hacia el autobús que nos llevaría a casa.
"Aparentan ser unos raritos..."
"¿Quién?" Le interrumpo.
"Ya sabes, Anthony y Alec"
"¿Raritos como yo?"
"O vamos, Pho, tú no eres rara.
Eres especial"
Miro a Jane a los ojos. Sus esmeraldas
brillan, y me veo reflejada en sus ojos. Su pelo, ahora azul, se le
pega a la cara por la lluvia. Sonríe, esa sonrisa que solo le he
visto poner cuando habla de algo que realmente le gusta.
"¿Especial?, Así llaman a los
niños con Síndrome de Down"
"Estúpida" Me da un manotazo
en el hombro, "Ya sabes a lo que me refiero. Eres especial
porque nadie te conoce como yo. La gente solo ve el exterior. Nadie
sabe cómo eres realmente."
"Si soy tan especial como dices
¿por qué solamente tú me hablas?, ¿por qué la otra gente, me
odia?" Varias lágrimas se asoman a mis ojos. "Últimamente
lloro mucho. No me gustan que me vean llorar. Ian, tras dos años de
relación, solo me vio llorar la última noche que estuve con él."
Susurro, siento algo y veo que es Jane, me abraza, no nos abrazábamos
desde que nos dieron la noticia que de podíamos ir al concierto de
nuestro grupo favorito. Ese día nos abrazamos y lloramos juntas,
creo que incluso nos llegamos a dar un pico en la boca, realmente la
emoción y el azúcar habían hecho efecto en nosotras.
La abrazo más fuerte, refugiándome en
sus brazos, necesitando algo de calor humano.
"No sé que es lo que pasado entre
Ian y tú, me lo tienes que contar, pero, no pienses en eso si te
pone mal"
"Hacía mucho que nos nos
abrazábamos"dije sin querer separarme de ella, se sentía bien,
"Perdón, si quieres..."dice
intentando deshacerse del abrazo.
"NO, no... está bien, añoraba
tus abrazos"
"Ves, realmente tu tú interior es
diferente al exterior, eres especial. Necesitas amor... un poco más
suave."
"¿Más suave?" Dije
separándome para ver su cara.
"Sí, el amor entre Ian y tú, no
era precisamente suave. Recuerda que me he quedado la mayoría de las
noches a dormir en el sofá de Ian, cuando tu ibas a su casa."
Dice riéndose.
Rio a carcajadas, realmente tiene
razón. La única razón por la que empecé a salir con Ian fue
porque, no se metía conmigo, y teníamos como uno tensión sexual.
Además él no era de esos chicos que son unos románticos, esos a mi
no me gustan.
"Le echo de menos"
"Habla con él, arregla las cosas.
O no sé, cuéntame lo que pasó entre vosotros, intentaré
ayudarte."
"Yo, ya sabes, no puedo dejar de
pensar en Alec y... me sentía mal por él."
"Eres tonta. Eso no es razón para
dejarlo."
"Lo sé. Pero tú misma lo
dijiste, soy tonta."
"¿Ves?, Dejaste a Ian, porque te
sentías mal por él, en ese corazoncito tuyo, hay una luz, que
quiere salir, y brillar."
"No digas cursilerías, no te
pegan"
Me saca la lengua y hecha un brazo por
mis hombros.
Puede que Jane, tenga razón, quizás,
no soy una psicópata, que solo piensa en matar gente.
Cuando estoy con Jane, soy diferente,
soy más flexible en cuanto a mí misma, sonrió y bromeo,
Aún recuerdo cuando nos conocimos. Fue
hace ya cinco años o así.
Era mi segundo año de instituto, el
primer suyo.
La conocí en las taquillas, por esa
época ella llevaba el pelo rosa, vestía de negro, siempre viste de
negro. Recuerdo que hubo una equivocación y nos asignaron la misma
taquilla. En ese momento no le hablé ni nada. En los recreos yo iba
a una esquina del patio, en la máxima soledad posible. Pero veía
como ella me espiaba. Siempre me estaba espiando por todo el
instituto, para ella también planeé una muerte.
Nunca hablé con ella. Un día vi que
unos cabrones de mi clase la estaban pegando. Yo me acerqué para
amenazarles, no sé por qué pero, me llamaba la atención que
alguien me espiara.
Ella me miró y se fue corriendo,
durante dos semanas o así no la vi espiándome,
Y un día, ya a finales de curso, se me
acercó, se había decolorado el pelo, lo llevaba de un tono dorado
en ese momento y hacía resaltar más lo colorada que estaba.
"Yo, soy Jane, gracias...por
salvarme." me miró"Yo... me gustas" recuerdo que me
dijo eso super rápido.
Y me hizo gracia, realmente le gustaba.
Yo no le correspondí, pero ella, siguió insistiendo. Ella se cansó
de tanto insistirse y perseguirme. Y me lo dijo, pero como si fuera
una costumbre, ella siguió juntándose conmigo. Y ahora somos
inseparables.
Jane, es algo más bajita que yo, pero
mucho más habladora. Es como mi hermana pequeña.
Siempre está cambiando de color de
pelo, dice que está buscando el color ideal para que le haga juego
con sus ojos esmeraldas.
Es bisexual. Nunca me importó, es más,
incluso estoy orgullosa de ella, le costó mucho admitir que se había
enamorado de mí, digamos que yo fui la que le ayudó a dar el paso.
Antes de conocerla yo era mucho más
rara, ella, devolvió un pedacito de mí a la Tierra, y sigue
buscándome por mi universo para que vuelva a ser la de siempre, esa
Phoebe, que se perdió un día. El día que todo colisionó dentro de
mí.
Jane, sin ella no soy la misma, con
ella volveré a ser yo.
Ella es la clave.
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